Rotundamente prohibido
Por la calle Viamonte pasó un letrista afecto a las góticas rotundas, cruzadas con alguna carolingia tardía, tan personal como regordeta y elegante. Lamenté, arriba del 99 desde el que tomé esta foto arrebatada, que el signo de Prohibido estacionar no tuviera el mismo espíritu que las letras que lo subrayan. Luego me di cuenta: no está hecho por la misma persona.
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