Roy
El Partido Socialista no nos ha solicitado este análisis. Lo hacemos de oficio, de onda, por simpatía con la ideología socialista —aunque no por el partido en cuestión, que entre tanta alianza ya no se sabe bien a qué clase de socialismo representa ni si es realmente socialista...
El resultado es poco auspicioso: Roy Cortina padece de gigantismo en el brazo izquierdo (sí, el izquierdo, el del corazón) agravado por portación de rosa roja. Y además, comete un craso error: dentro del universo gráfico del afiche político que se vale de una cara para convencer o darle difusión y/o permanencia al candidato dueño de ese rostro, es menester que los ojos de ese rostro miren a los ojos del destinatario. Ya sabemos lo que significa no mirar a los ojos o no poder mantener la mirada... Aquellos que estudian los signos corporales no dudan en calificar como propensos a decir mentiritas a aquellos que no logran mantener la mirada por más de un par de segundos.
El resultado es poco auspicioso: Roy Cortina padece de gigantismo en el brazo izquierdo (sí, el izquierdo, el del corazón) agravado por portación de rosa roja. Y además, comete un craso error: dentro del universo gráfico del afiche político que se vale de una cara para convencer o darle difusión y/o permanencia al candidato dueño de ese rostro, es menester que los ojos de ese rostro miren a los ojos del destinatario. Ya sabemos lo que significa no mirar a los ojos o no poder mantener la mirada... Aquellos que estudian los signos corporales no dudan en calificar como propensos a decir mentiritas a aquellos que no logran mantener la mirada por más de un par de segundos.
Roy mira a alguien que no soy yo, que miro el afiche y escruto sus ojos, sino que mira a alguien ajeno, errático, parado al lado del fotógrafo, al lado mío. No mira a un horizonte lejano, soñador, como López Murphy en su reciente afiche... sino que no mira a nadie.
Lo que es peor, esa mirada parece la de una impersonal foto de documento o de pasaporte, no de un político sincero (no dudamos de la hombría de bien de Cortina, solo decimos que no sólo hay que ser sino parecer).
En resumen, es muy incómoda la sensación de no sentirse mirado de manera franca a los ojos por el candidato que, eventualmente, pretende mi voto para representarme.
Cuando Roy nos mire a los ojos, podremos discutir seriamente qué significa un frente progresista en la ciudad...
Comentarios
Con respecto al comentario de Ana, te pido disculpas ante todo por no coincidir con tu preferencia por Ricardo Hipólito Lopez Murphy. Me parece redundante explicar el atinado comentario irónico del creador del blog sobre la "mirada soñadora" del candidato en cuestión. Pero nobleza obliga, como te has subido al concepto, debo felicitarte por tener esa percepción casi "divina" de ver más allá, incluso del mismo Ricardo Hipólito, condición que te permite ver hacia donde se dirige y hasta sus pensamientos. Fantástico !